Mi regalo inesperado
Hace mucho un
jueves sucedió. En horas más vuelve a ser jueves, volverá a ocurrir, ya está
escrito, con la diferencia esta vez, además ¡cumplo años!
Estoy un poco
triste, algo extraño a la vez, por poco y no empedernido loco al sentirme sin
fuerzas y ver borrosos las cosas tras saber sin querer de mi regalo inesperado
para mañana por mis cumpleaños cinco por ocho menos dos.
Me abrirán el
costado como a Jesús aquel soldado romano le abrió en la cruz del calvario.
Conste que aquel Cristo testificado no soy, eso no; solo un ser en sus medios
cabales, ¿comprendes verdad?
Ya todo está
protocolarmente organizado, acabo de saberlo. ¿Será para partir por fin de
aquí, o un comenzar de cero en mi despertar de pasado mañana tras aquel
proceder y mis cumpleaños me espera?
Extraño,
inusual; estrambótico es mi percibir en este diminuto existir antes de aquellos
años que vaya a cumplir, recibiendo aquel regalo que no será de mi agrado, lo
sé.
¿Es ironía, o simple coincidencia? Cosas del destino, aún no asimilo. Debo ser fuerte, es lo que me queda.