Hermosa Flor de mi vida
La sincera sonrisa que se
refleja en el alma de una mujer amada, es aquella que abre caminos de fe y
esperanza para ver un mejor porvenir en el hogar que está a punto de formarse,
partiendo de su lealtad al amor y a la vida, pasando por encima de los obstáculos,
gigantescos puentes, desiertos de desolación, en los que siempre armada de
valor logra cruzar, para seguir amando al hombre de su vida, a su compañero de
sueños y alegrías.
El amor es la única
medicina para curar heridas del alma, con cada abrazo, con cada “TE AMO”,
fuente de fortaleza y plenitud para una convivencia llena de felicidad en
pareja, con los hijos.
Es mi mayor deseo y voy
encaminando en ese sentido, tratando de curar heridas en mi alma con el amor
sincero que nos tenemos Justina y yo. La bella mujer de nobles sentimientos, tierna
mirada y hermosa sonrisa, que con cada palabra siempre va alegrando mi corazón
que si antes era contrito, ahora rebosa de paz y regocijo.
Justinita, hermosa flor
de mi vida, ¿Cómo no decir que te amo, si eres luz en el túnel de la oscuridad
en el que me encontraba y poco a poco vas haciendo que vea la luz con más claridad,
porque el amor que me tienes, es tan puro como la miel.
Te amo, me amas, eso no
podemos ocultar.
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