Estimado Efraín:
¿Cómo estás? Espero que te encuentres bien, al mismo tiempo en que espero te acuerdes de mí, así como yo, no me he olvidado de aquellos momentos, no me he olvidado de ti, aunque ya tenga hecha mi familia, mis hijos crecen. Tengo un hogar no del todo bien feliz, pero ahí vamos.
No sé cómo estás tú, tantos años hemos perdido
comunicación, simplemente, o tú te desapareciste, o fui yo quien tomó esos
caminos de la desaparición, simplemente no pudimos encontrarnos más.
Hace poco me enteré que pasaste situaciones muy duras
estos últimos años, supe que tu salud se agravó y por ello volviste a enfrentar
una nueva batalla. Al enterarme de esa realidad, me puse triste, por poco y
lloro de impotencia y no poder hacer nada para ayudarte en ese momento. Conocía
un poco de tu historia, me contabas en las oportunidades que caminábamos en las
calles céntricas de la ciudad, o nos sentábamos juntos a tomar un helado o
simplemente a convertirnos en expectantes de las estrellas en la noche en
alguna plaza. De seguro no olvidas esos momentos, Efraín, porque yo, sí
recuerdo. Pero no imaginé que tu salud se agravaría, pensé que te encontrabas
bien, ya con tu familia hecha también, así como yo lo hice después de todo.
¿Qué pasó? Me gustaría encontrar respuesta a esa
única y simple pregunta de dos palabras. Espero verte algún día y, quizás de
esa manera podré hallar la respuesta a esa inquietud de mi ser.
Por ahora solo te digo que estarás en mis oraciones,
además de hacerte saber que las buenas acciones de una persona, jamás se
olvidan. Jamás olvido la buena persona que fuiste, que a pesar de las
dificultades que se te presentaban en tu vida o salud, siempre demostrabas esa
sonrisa, aquel gesto que te caracterizaba como un ser humano humilde.
Por encima de todas las adversidades que venciste en
estos últimos años, deseo enviarte mis buenas vibras, mis mejores deseos,
porque en unas horas más cumples un año más de vida, no recuerdo con exactitud
cuántos años son, pero, adjunto con este manuscrito, te envío muchos abrazos,
además de una postal donde posamos mi esposo, mis hijos y mi persona.
Efraín, muchas felicidades anticipadamente, espero
lluvia de bendiciones para tu vida, que el Todopoderoso jamás te desampare, te
libre de todo desaire; es mi mejor deseo para tu existir.
Sin otro qué expresar, será hasta otra oportunidad.
Atentamente:
Silegulaurita.
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