Ángel de esperanza

Ángel de esperanza

Virtud de un alma serena en la lustre,

inigualable sonrisa que alegra mi vida;

ver el gesto de un ángel, sus dos hermosos luceros,

inalcanzable gratitud, preocupada siempre por mí;

agradezco al divino por haber puesto en mi camino,

nace el clamor en mí por conservar su grandeza,

aprecio irrenunciable por ella que supo luchar.

Manantiales de regocijo en su alma pura;

ante astros en los antros del infinito universo,

melodías celestiales que depuran tristezas son;

así es ella con su tierna mirada, inagotable sonrisa;

ninguna supera el valor de sus consejos,

infunde amor, paz y esperanza para mí.

Tempestad en mi vida me estremece incesante,

injusticias que jamás creí vivir en carne propia,

causa repudiable; mas ella por mí de

orar no se cansa, clamor al divino por mi paz;

no cabe duda, ¡es un ángel!, ¡mi ángel de esperanza!

ante esta vil angustia que a mi ser la asfixia.

Llegan días donde el sol no sale

para dar calor a mi alma contrita

y el frío se apodera del sentimiento

que mi ser lucha por alcanzar;

por esta cruel injusticia contra quien no merecía,

me devasta dejándome cada vez

sin más aliento para mi andar peregrino.

El sol dejó de brillar para mí,

amarga pesadilla, amargo lago

del dolor ¡que mi ser no soporta más!

Por mis venas corren no más sangre,

sino cruel lamentos y tristezas.

Y la soledad es mi vil compañera

en estos aciagos momentos,

donde el  frío se apodera de mis sentimientos.

Por injustos caen justos

por el pudor de la mentira

que corre por las venas del adversario

¡¿No creen que eso es injusto?!

Fuerzas ya no hay, el aliento me dejó,

la sonrisa se fue, mi esperanza se debilita,

me retracto, convencido estoy,

que desde hoy en adelante,

la mentira va por encima de la verdad.

Pero ahí está mi ángel de esperanza,

abrazándome por los hombros,

con suaves caricias de sus cálidas alas,

animándome que la vida sigue su camino,

aunque a veces sí se torna dura,

me consuela que dicho ángel estará siempre a mi lado,

siendo luz en mi oscuridad,

cobijo cuando sienta desmayarme,

consuelo cuando mi alma sienta llorar en penurias.

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