Recuerdos imborrables
Hoy, después de un poco más de dos años de haber editado este vídeo cuando estuve en pleno viaje, es que reabro, y de inmediato despierta esa nostalgia de aquellos gratos momentos. Recuerdo aquel sábado, 27 de julio de 2019, quise que ese día fuese especial, pensando en ella, y es cuando le dediqué ese vídeo, enviándole por medios digitales, claro que le agradó y se sintió feliz en ese momento, porque sería algo que nos mantendría unidos y en comunicación, porque estábamos distanciados por factores en la que nos estábamos organizando para formar un hogar, una familia, un porvenir en pareja, con el niño que para mí fue como si fuera mi proprio hijo, lo vi así, los amaba a los dos, tanto a ella como a su hijo.
Fue tanto la dicha en
mí, que hasta mi madre se sentía feliz por esa relación y a ella la veía como
si fuera su propia hija, cada vez que llegaba a Cochabamba, la recibía con los
brazos abiertos, además de servirle un desayuno o un almuerzo, siempre con
mucha alegría.
Yo trataba de
esforzarme para que la relación sea saludable, comunicativa, siempre en el
marco del respeto y la comprensión, ya que eso fue y es mi principio de vida. Siempre soñé
que así debía ser una relación en pareja.
Como anteriormente
dije: por organizarnos estábamos distanciados, yo me había ido a Chile, con el
fin de ahorrar algo de dinero para establecer el hogar, me sentía feliz por
eso, por esa felicidad, hasta en mi carrera de escritor le dediqué algunos
fragmentos y versos como por ejemplo, esta, en mi libro, “CON JUSTINA AL
ALCANCE DE LA JUSTICIA”:
“Mil veces gracias a la mujer dueña de mi vida, por abrazarme y
acariciar a mi alma con su amor, por sacarme esa sonrisa muchas veces soñada,
por hacer en mí que regrese esa confianza; mil veces gracias por hacer que en
mi renazca ese niño interior que parecía estar muerto.”
Y este poema que fue inspirado en ella:
Con amor para ti
Juntos por siempre en
amor,
unidos por los lazos de la humildad,
superando situaciones
adversas,
tomándonos de la mano
entre rosas,
incluso levantándonos
de caídas;
nuestra pasión entre
idas y venidas,
agradecerte por dibujar
en mí la sonrisa.
Fortaleces mi alma con
tus abrazos,
una sonrisa en mi ser
cuando estoy en tus brazos;
eres luz para mis ojos
en la noche,
nunca dejas que nada
malo se interponga,
testimonio vivo del
amor que nos tenemos;
es mi dicha, de amarte
nunca dejaré,
se levanta mi alma en
canción para ti.
A tus pies me
encuentro, oh, amor mío,
ya con ansias de
habitar dentro de ti,
cantar la más bella
canción con tu nombre;
así mi amor por ti es
más fuerte cada día.
Estos son algunos de los escritos que los dediqué,
mediante los cuales le expresaba mi amor a ella.
Y con el pasar de los días, la situación fue
cambiando, en dos ámbitos específicamente, la indiferencia de ella, la
enajenación en sus palabras, que, si al inicio eran dulces, en aquellos
momentos eran más amargas que la misma palabra. A la par, mi salud se fue
deteriorando cada vez más, sentía horribles dolores de cabeza, como que, si
algo me golpeara por la nuca y me hacía caer al suelo, eran varias situaciones;
por las que tuve que regresar al país. En esos momentos es cuando más
necesitaba de ella, sus palabras de aliento, de ánimo, de fortaleza; pero no,
la situación se tornó totalmente distinta, una enajenación infrahumana,
totalmente fría; expresiones que fueron lastimando mi ser, pero igual tenía la
esperanza de que mejorara la comunicación, sin embargo fue empeorando y, esa
situación me inspiró a escribir este poema:
Me embarga la tristeza
Hoy desperté con síntomas
de sentirme un pigmeo
en este infinito universo,
y en mi ser surge este verso.
Siento flotar en el aire,
sin alas, sin poder respirar,
penar en mi alma, no puedo superar,
algo me falta, no es donaire.
Ayer gravité en la vida,
de aquel camino en plena subida,
sentía que para mí no había cabida,
por eso me senté en una piedra habida.
Hoy camino como en la nada,
o como el pez que en el agua nada,
en compañía de la señora tristeza,
quien por el hombro me abraza.
Al portal del olvido llegué,
con ella que bien supo guiarme;
claro que siento algo de escalofrío,
porque nadie más sabrá de mí.
Me embarga la tristeza,
porque soy uno más de su colección,
y ante esta cruel acción,
de mí se esfuma la ilusión.
Te confieso, y es que no soy feliz,
por eso floto en el aire,
como un ave sin alas,
ni quien en su corazón me
cobije.
Con ello hoy quiero
cerrar este amargo capitulo, además de reabrir este video, y dejar el enlace
del folleto donde explico a detalle más situaciones que se vinieron encima de
mí, con relación a ella, que sea la opinión pública y la divinidad quien
juzgue, la ingratitud de ella, a quien deseo verla una vez más, solo para
hacerle recuerdo que la amé con toda mi sinceridad, le entregué todo mi amor.
https://ediselta.blogspot.com/2020/08/como-volver-nacer-en-tiempos-de.html
https://ediselta.blogspot.com/2020/09/como-volver-nacer-justina-fuentes-ayca.html
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