En tu ausencia existencial
Es extraño sentirte
lejos, muy lejos de alcanzarte;
pero ¿Me creerás? lloro tu ausencia,
sin saber quién, ¡ni cómo eres!
Es extraño extrañarte,
sin recorrer tu silueta,
ni haberte visto dar una vuelta,
cuando el sol salió en horizonte.
¡Me hace falta sentirte otra vez!
sin haber tocado tus manos,
sin haber besado tus labios,
más que en mi mente con la idea, ¿ya lo ves?
Es extraño que me hagas falta,
sin haber hecho el amor contigo,
más que en sueños lucidos al azar,
cuando juntos vimos al colibrí volar.
Te siento lejos, a la vez cerca,
lejos de abrazarte, cerca de mis entrañas;
¿será porque ya nos encontramos algún día
y al mirar no nos reconocimos?
Simplemente sé que te extraño,
cuando otra vez, vuelta da este año;
tu ausencia cada vez más me aniquila,
al sentir que tú, estás muy tranquila.
¿Será porque ya te conozco sin conocerte?
¿Cuándo llegarás para abrazar
mi alma contrita por tu ausencia y,
mi ser sediento por hacer el amor contigo?
Paciente estoy a la espera de tu llegada.
Por lo pronto, abrázame en la distancia,
respira por mí, en esta ausencia,
besa mis labios en tu regazo imaginario,
cubre con tu amor mi alma sedienta por ti.
Hagamos el amor tan candente,
como el fuego abrazador en tus entrañas;
subamos juntos del amor a las montañas,
a encontrarnos en ansiado estridente.
Cuando al fin nos abrazamos,
para nunca más separarnos
en esta ausencia que nos tuvo
separados de conocernos algún día.
Ese día, ¡es hoy día! ¡Maribel!
Cuando por fin te siento
con perfume de un clavel;
más palabras ya no encuentro
¡Para expresarte el amor que por ti siento!
¿Será porque hacemos ya,
el amor que tanto ansiamos?
¿Con nuestros cuerpos untados
en aroma fragante del hermoso clavel?
El amor que por ti siento, es muy grande, Maribel.
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