Grupos de amigos
«Retrocedo en el tiempo, llego a aquellos años cuando aún era estudiante de secundaria; quizás el más callado, por la timidez en mi corazón, siempre me había caracterizado en ser un muchacho de pocas palabras, de pocos amigos. Tenía miedo a relacionarme con los compañeros de curso y peor, con estudiantes de otros niveles; aunque parecía que ellos intentaban acercarse a mí y, estrechar lazos de compañerismo, lazos de amistad. Situación que para mí, era difícil encaminar; sentía que solo era para salir más lastimado del que ya me encontraba por la disfunción familiar y dificultades para desenvolverme físicamente, por la situación delicada de salud que presentaba desde temprana edad.
A pesar de ello, intentaba, me esforzaba por cosechar amigos, llegando
a relacionarme, no con mas de cinco compañeros del curso, y otro tantos de los
otros niveles.
Cuando mi relación era poca con todos los compañeros del curso,
es cuando surgió un fenómeno que no entendía; todos los estudiantes, empezaban
a burlarse de mí, a ponerme apodos como: “EL VIEJO", “EL ABUELO" y
más por enumerar; además de que me golpeaban con golpes leves y jalones de
uniforme, a la par de ponerme apodos más groseros.
El encontrarme en esa situación, claro que me afectaba aún más de
lo que ya sobrellevaba en casa. Habían días que ya no quería llegar a clases, porque
presentía que solo iba a ser lastimado una vez más. Y los profesores parecían
no darse cuenta de aquella situación, o si se daban cuenta, preferían hacerse a
la vista gorda. Al punto que llegó una época, donde ya no llegaba a clases,
prefería irme por otros rumbos o simplemente encerrarme en mi habitación tardes
enteras. Solo en ocasiones, aquellos cinco compañeros que tenía, salían a la
defensiva, parecía que ellos sí sé daban cuenta cómo yo me encontraba. Hasta
que en una oportunidad, fue la misma Directora del establecimiento educativo
quien se dio cuenta de la situación y, reuniendo a todos los estudiantes les
impartió una platica reflexiva sobre el compañerismo en el curso.»
Es el testimonio de
una persona de a pie, quien nos relata sobre su etapa de estudiante en
secundaria, algo para tomar en cuenta. ¿A qué se enfrenta un profesor cuando
tiene que dictar su clase? ¿Realidades diversas quizás? Ya que cada estudiante
es un mundo aparte y único en su espacio que habita. Pero por ser único mundo
en ese espacio, también busca relaciones de compañerismo, de amistad, además de
sentirse incluido en cualquier manifestación de inquietudes que surgen en el
aula.
Uno de ellos, los
famosos “GRUPOS DE AMIGOS”, al extremo que se ha perdido la esencia fundamental
del título, al punto que “los grupos de amigos", se han transformado en
“grupos de agresores"; incluso lastimándose entre ellos y, más a terceros.
Es un factor que
en determinado momento se vuelve en algo incontrolable por maestros e, incluso
por la, o el mismo Director del Establecimiento Educativo.
Recordemos que:
“La educación comienza en casa", con nuestros valores en familia, principios
humanos en sociedad. Como se desenvuelven los padres en casa, así, se desenvolverán
los hijos afuera. En una oportunidad, una maestra dijo esto en reunión de
padres de familia: «Ustedes, padres de familia, envían a sus hijos, como a ovejas
en la ladera, “ya, usha, usha" les dicen»; término popular en quechua que
traducido al español quiere decir: “ya, vayan, vayan", refiriéndose a las
ovejas.
A veces es triste
ver a estudiantes en esa situación de poca comunicación sana para sus vidas,
lamentable es cómo se va perdiendo ese principio y valor de familia y, más con
estos adelantos tecnológicos, que en muchísimas veces en vez de ayudarnos a
comunicarnos más, nos va aislando.
Un gran reto para
el educador en aula que además de impartir su clase, también tiene que estar al
tanto de sus educandos en curso, hasta incluso indagar de lo que sucede en su
casa. Para de esa manera recuperar el sentido correcto de: “Los grupos de
amigos", en los colegios.
Me parece muy interesante en lo que he keido...creo que está especial.Abrazos mi hermano y colega.Desde Cuba,Victor Alonso.
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