Si no sabes, no eres nada
Es la realidad a la que se… y, deben enfrentarse las generaciones de ahora, ya que el mundo entero va recorriendo aceleradamente en cuestión del avance tecnológico y científico; cada día se ven nuevos instrumentos tecnológicos que ni podemos usarlo correctamente si no sabemos para qué es.
Y así como la ciencia y tecnología avanza a pasos agigantados, también surge la necesidad de adquirir nuevos conocimientos para estar de la mano con estos avances. Entonces, por la necesidad, surgen las oportunidades de poder estudiar nuevas carreras que van surgiendo y, en menor tiempo.Si antes se tenía
que estudiar mínimo cinco años para obtener el título de licenciado en un área
específico; hoy en día uno puede titularse hasta en un año de haber estudiado
una carrera a nivel técnico. Situación que abre puertas de oportunidades a las
generaciones del ahora, en el que si no tienen nada aprendido, no son nada en
esta vida.
Por eso, los
jóvenes, después de haberse titulado como bachilleres en humanidades tras doce
años de haber adquirido conocimientos básicos sobre la vida, debe trazarse la
meta de ser algo más, ya sea en uno, tres o cinco años; para ir de la mano con
los adelantos referidos anteriormente.
Claro que como
estos avances son acelerados, a la par de que las oportunidades son muchas,
también la competitividad está latente, o sea, quien tiene mejores
conocimientos, mejor desenvolvimiento que su competidor, es quien tiene mejor
oportunidad para desarrollarse con lo aprendido.
Cuanto más
avanzado está la ciencia y tecnología, más también es la necesidad de actualizarse
en lo aprendido, la sociedad misma exige más capacidad de resolver situaciones
ante las que se encuentra a veces desapercibido. Ya no se conforma con un
simple “intentaremos", o un “así haremos"; cuanto más es el adelanto,
más también es la necesidad de capacidad para sobrellevarlo.
Al punto de que
incluso aflora la intolerancia, se perdió cada vez más el principio del respeto
al prójimo, por encima sobrepasando la incomprensión. La esencia fundamental de
ser humano está siendo pisoteado por nosotros mismos, por convertirnos
dependientes de lo abstracto, de lo que debía estar en último plano.
Debemos hacer una breve
pausa y, mirar qué está mal y, qué está bien. Inculcar en los jóvenes del ahora,
que no pierdan ese principio, el del amor y respeto, la comprensión y
tolerancia por el entorno en que se hallan.
Ahora, ¿cómo están
nuestros hijos encaminados para poder marchar en medio de este conglomerado
humano exigente? ¿Están listos para ser “ALGUIEN EN LA VIDA”? Siéntate un rato
a lado de tu hijo y dile: —“si no sabes, no eres nada”. Por eso, encamínate en
lo que sientes que es para ti—. Entonces tendremos una sociedad mejor en el
mañana, con valores y respeto por la vida misma. Aunque estos adelantos nos
exijan saber más de nuestra capacidad.
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